14 de septiembre de 2010

Monstruo.

Hemos creado un monstruo de dos cabezas y cuatro patas,

una mascota a la que llamamos relación.

Cuando descansamos la partimos en dos mitades

para luego volver a pegarla intentando reanimarla.


Es nuestro nahual escindido,

el fénix encarnado de nuestros sueños.

¿Cuánto tiempo más vivirá?,

¿cuánto más lo dejaremos vivir?,

al parecer ni tú ni yo tenemos la respuesta,

sólo poseemos este collar que es la utopía,

nuestros sexos de oximorón entrelazados

y cuatro manos que caminan acariciando la piel.


Orlando Tengri 2010.


Foto: Jan Saudek.